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Invención afortunada de Gerardo Diego quien, en el ABC del 3 de marzo de 1948, habla de «un grupo de estudiantillos que agita y revuelve las aguas mansas de la ciudad dormida con una revista literaria». Se refiere a los siguientes escritores:

Los autores de esas simpáticas travesuras de adolescencia que ahora son buscados con avidez por bibliófilos coleccionistas de los primeros pasos de los hermanos Juan y Leopoldo Panero, Luis Alonso Luengo y Ricardo Gullón. Los de más decidida vocación poética resultaron ser a la larga los dos hermanos. Luengo y Gullón han derivado hacia la novela, la crítica o la biografía histórica, pero siempre sin desmentir su arranque ilusionado de poetas.

Con estos, cree, se puede hablar de «un grupo, una verdadera escuela de poetas adolescentes y escritores, de rica y dibujada personalidad».

Para las relaciones que el poeta del 27 mantuvo con la Escuela véase el reciente libro de Javier Huerta Calvo, Gerardo Diego y la Escuela de Astorga (2015).